Hace unos días, tuve la oportunidad de hacer la siguiente pregunta a varias personas: ¿Mucha, ustedes tuvieron amigos imaginarios cuando eran niños?
Las respuestas van diversificándose, desde los que con pena dicen que no, pero sí tuvieron, los que justificaron que si tuvieron, pero que fue porque crecieron muy solos o sus papas no los dejaban salir, hasta los que sí, y se quedan pensando un buen rato, recordando que los tenían, como eran y hasta los nombres que posiblemente ellos podían haberles puesto, pero viene luego de esta pregunta, otra aun mas fuerte o más profunda: ¿eran en realidad amigos imaginarios?
Era alrededor del año 1993 o 1994; el recuerdo que tengo fresco de esos años era que en esa época se estreno, por cable por supuesto, la película "Freddy's Dead: The Final Nightmare" o dicho de otra forma "La muerte de Freddy Krueger"; y teníamos un amigo que le tenía mucho miedo a esa película, no recuerdo el canal, pero la daban tantas veces, que ya era costumbre verla, pero en ingles, o sea que no entendía nada. En ese año y que por cierto fue mi último año en el colegio donde estaba, el director empezó una serie de viajes o de excursiones a diferentes lugares, pero si uno "no avisaba" del viaje, se quedaba castigado en el colegio, y como yo era un tanto distraído, se me olvido y compartimos castigo tres distraídos alumnos.
Recuerdo que nos reunimos en una clase, los tres desdichados y castigados alumnos, y nos pusimos a platicar de cosas personales, cosas de la casa, cosas de la familia, típica charla de patojos, y por cierto ¿se preguntaran porque hice énfasis en la película de Freddy Krueger?; porque el amigo que le tenía miedo a la película, se la pasaba cantando y cantando la canción de los niños, la que se escucha en la película, (si no saben cuál es, no tuvieron infancia mucha), y estaba con nosotros, y empezó a hablar de la película, siempre con la duda, de cuáles eran los diálogos, en eso, el otro "amiguito" hizo una pregunta para los dos: ¿Mucha, ustedes tienen amigos imaginarios?...
... nos quedamos un rato callados y recuerdo que rompí el silencio respondiéndole:
Simón, tengo dos... juego con ellos cuando llego a la casa.
Mi otro amiguito dijo:
Esteeem... no, no tengo... pero tengo muchos juguetes.
Nuevamente nos quedamos todos callados, como por unos segundos y en eso le hice a el, la misma pregunta, y me respondió un poco nervioso:
Si... si!... si tengo, pero (baja la voz), son malos conmigo, me pegan y hacen que me haga pipi o popo...
Extrañado, puesto que cualquiera diría que un amigo imaginario es controlable, le pedí una explicación y me dijo:
Júrame por Dios que no vas a contárselo nunca a nadie!... (lo jure), es que, mi mama trabaja en una oficina y mi papa es vendedor de terrenos y me dejan solo, y los amigos que tengo me persiguen y me quieren pegar, y no me queda otra más que esconderme bajo alguna mesa, y al quedarme solo, me hago pipi y popo, porque si voy al baño me persiguen...
Tocaron el timbre para el recreo, como si el colegio estuviera lleno y salimos a comprar, no se toco más el tema, porque llego una maestra y se quedo con nosotros haciendo trabajo de estudios sociales. Con el paso de ese año, olvide esta conversación, pero sin embargo si tenía algo presente, cuando este amiguito se quedaba solo en el baño o en una clase se hacía en el pantalón, de tal forma que no podía estar solo, luego de ese año, no lo volví a ver.
Era el año 2,006, iba en diferentes universidades buscando a algunos amigos para unos favores que necesitaba en ese entonces, cuando en el receso, me voy topando nuevamente con aquel "amiguito" del cual tenía buena memoria y claro, no habíamos cambiado mucho desde ese entonces, me vio y nos saludamos, platicamos por un lapso de un café y un cigarro, solo me comento que estaba pronto a casarse, que estudiaba derecho igual que su mamá y que de momento, en ese momento, no estaba trabajando, paso por mi mente una broma y preguntarle: ¿Todavía te haces popo vos?, pero se me hizo de mal gusto e igual el noto mi gesto, pero evadí el pensamiento y ahí quedo.
Hace unos días, mi hermano vino por unos exámenes médicos y es costumbre que SIEMPRE que el viene, hay que salir a dar una vuelta en todo el comercio de Quetzaltenango, como si algo cambiara, pero suele suceder con la gente que lleva tiempo fuera de su tierra, caminando en un centro comercial estaba cuando me tope nuevamente con mi "amiguito", el cual ahora, se hacía acompañar de su hijo de más o menos 4 o 6 años; nos vimos y nos saludamos, me pareció curioso que en aquel 2,006 su saludo fuera frio, pero en esta ocasión, era caluroso y de hermanos que tenían tiempo de no verse, en la charla note una curiosidad en sus gestos, y no dudo en decirme:
Vos Julio, ¿tenes prisa?
A lo cual le dije:
No... Pues vengo con mi familia, pero no tengo prisas.. ¿qué paso?...
Me dice:
Quiero invitarte a un café, quiero comentarte muchas cosas y sos de confianza... (Dude)
Fui con mi hermano y mi madre y les comente, y quedamos en que estarían viendo varias cosas y que me tomara el tiempo, ¡claro!, si no lo hago, luego dicen que uno no quiere compartir con la familia...
Nos sentamos por un café, nos acompaño su pequeño el cual andaba inquieto con un muñeco y un carro rojo; entre sorbo y sorbo, hablamos de todo, universidad, relaciones amorosas, planes a futuro, negocios, trabajos y situación actual; entre broma y risotadas, algo típico en mi persona, decidí hacer la broma pendiente y como dicen por ahi: "Se la deje ir"...
¿Mano, y todavía te haces popo?...
Esperando alguna reacción abusiva se rió y me dijo:
Diste en el clavo, por eso es que te cite a platicar... (me sorprendí)
Luego de dar un sorbo de café y pensar en que tontería decir, puesto que no salió como esperaba le dije:
... bueno, soy todo oídos, que onda, creo que ahora que somos "mayores" podemos hablar sin (baje la voz) bajar la voz.
Riéndose me dijo:
¿Julio, tuviste amigos imaginarios de verdad?... recuerdo que me dijiste que tenias o habías tenido dos, ¿fue así?
Me quede sorprendido de la retención de su memoria, de aquel hecho ya eran casi 20 años de que se tuvo esa charla, y le dije:
Pues... como te dije si, tenía dos amigos imaginarios... jugaba con ellos cuando estaba solo; inclusive algo que no te comente fue que mi madre me dejaba cuidando con una señora, ya era ancianita, y que por cierto "decía" que los podía ver e inclusive hacia las voces de ellos...
Note una expresión fría en su cara cuando le dije eso, tomo su celular y llamo a su esposa, en cuestión de segundos llego y me la presento rápido y se llevo al niño, en ese momento me quede extrañado del hecho, pero no entendía a que venía un tema tan "superfluo", a que lo pusiera tan mal, pero seguimos en la charla, diciéndome:
¿Te acordas de lo que te comente, que me perseguían y me orinaba y cagaba bajo una mesa?...
Extrañado asentí con la cabeza, y me comento:
¡Mira viejo!... mi mamá y mi papá sabían de ese problema que tenia y yo, en aquel tiempo, les comente que yo les había dicho a ustedes del problema ese y me regañaron, al punto que me sacaron del colegio, pensando que ustedes me iban a fregar con eso, pero, por lo que veo no paso...
Me quede viéndolo y muy aturdido prosiguió diciéndome:
El punto de todo esto es lo siguiente viejo, eso que les comente fue cierto... inclusive como me cambiaron de colegio, cuando cumplí los 15 años, nos fuimos de la casa de mi abuela, ahí crecí y ahí vivimos con mis papas, luego compraron una casa en Xela y nos venimos para acá, y ahí se acabo eso de los "amigos imaginarios", ¡claro!, de la mano con terapias psicológicas y un cambio rotundo de todo...
Seguí viéndolo y riéndome le pregunte:
¡¿Y...?!
Serio me vio y me dijo:
Ese tiempo, o sea, esos hechos y esos "amigos imaginarios", todo eso fue cierto vos... ¡todo!... pero, como te comente, vivimos en casa de la mamá de mi mamá, y ahí tuve ese problema, te soy sincero, he ido, pero lógico, ya no es lo mismo, y ahora que enganchamos casa con mi esposa, con más ganas ya no llego, pero hay algo curioso que quiero decirte...
Su mirada a la tasa de café me empezó a inquietar, tanto que empecé a sentir una atmosfera fría e incómoda, el prosiguió diciéndome:
Vos sabes muy bien que para un niño, su papa es su héroe... y mi mama llego hace poco a la casa a visitarnos, y nos pidió que fuéramos a visitar a la abuela, yo le dije que no, yo no soy de la opinión de ir, puesto que mi esposa no sabe ese problema que tuve, pero ella insistió y ¡mira!... fuimos... llegamos, tomamos algo, platicamos y fuera, pero a la semana de ir, note a mi hijo triste... al punto que me mi esposa lo saca a que se distraiga, es por eso que estamos por acá, en lugar de andar trabajando...
Seguí viéndolo, que se jugaba las llaves del carro y el celular de manera inquietante, seguía yo sin entender que era el problema, y siguió:
Pues... que... hace unos días, mi hijo hablo conmigo y me pregunto:¿Papi... tú tuviste amigos imaginarios?
A lo que le conteste a mi hijo:
... no mijo, bueno, eso fue hace muchos años y yo ya no me acuerdo, ¿tú tienes amigos imaginarios?
El niño se quedo callado un buen rato y me abrazo, llorando me dijo:
¿Papi, verdad que tu cuando eras niño no te hacías popo bajo la mesa?... ¡verdad que no!, mis amigos dicen que tu lo hacías y se ríen de ti y de mi...
Recuerdo que sentí que se detuvo el tiempo por un momento, lo vi, y recordé esos años de primaria y volví a ver esos ojos en él, y aun mas critico, que estuviera asustado por eso, como que para lo que muchos fuera tan simple o tan insípido, para él fuera algo duro como recordar la muerte trágica de un ser querido, luego de verlo me miro a los ojos y me pregunto:
Vos... Julio... ¿En realidad fueron amigos imaginarios o... qué?
Me quede pensando, sin una respuesta, más bien tenía muchas pero no las sentí lógicas, así que mejor me quede callado; tomamos otra taza de café y luego de filosofar con varias respuestas y preguntas, solo me comento los pasos que haría con su hijo, y que se lo había atribuido a la llegada a la casa de su abuela y que nadie sabía de ese problema que había tenido, que esa experiencia la dejo enterrada. La verdad cada vez que recuerdo esto y recuerdo cosas de mi niñez, no sé ni que pensar, pero si rodea mi mente esa pregunta:
¿Amigos imaginarios o... qué?