Ya tenía un buen tiempo de no sentarme a escribir alguna nota, es realmente relajante hacerlo, ayuda a tener más claridad muchas de las ideas que van fluyendo durante los días y que a veces por situaciones de trabajo no pueden meditarse o concretarse para poderlas plasmar en un papel y ejecutarlas en un plan; en esta vida nos faltan muchas cosas por hacer y por disfrutar y lo único que podemos hacer es... ¡hacerlo!
Luego de seis meses de no escribir nada, vino a mi mente un libro que tuve la oportunidad de leer a finales del 2,011 y que me gusto mucho este fue "Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva" de "Stephen Covey"; un libro que hasta cierto punto llamo mi atención y que sale totalmente de esos textos motivacionales con palabras dulces que los hace sentir bien y especiales; pero carecen de métodos directos de acción y no propician el encuentro consigo mismo para iniciar cambios personales, algo que se resume en "Voluntad"; pero volviendo al libro me gusto mucho un capitulo del cual quiero dejarles la parte principal:
"Había un leñador que se encontraba en pleno bosque tratando con mucho afán de derribar árboles con su hacha, sin embargo, no le paso por la mente que su hacha también requiere ser afilada cada cierto tiempo para que recupere su filo y pueda seguir brindando un buen servicio".
Luego de unas vacaciones y de releer esta pequeña historia, me di cuenta que siempre es bueno hacer un alto en el camino de la vida, no solo para el descanso sino también para la renovación de la persona en todos sus papeles y ámbitos; alguien me dijo un día: "El descanso en vacaciones no es no hacer nada, sino realizar actividades diferentes", actividades que pueden variar dependiendo del gusto de cada persona, pero si vale la pena mencionar: la lectura de estudio, ayuda a otras personas, meditación, planificación y en algunos casos la visita a amigos que se tiene un buen tiempo de no ver, actividades como estas ayudan a las personas a su renovación personal, a la recuperación de las energías y al replanteamiento de objetivos y metas personales de la mano con las herramientas necesarias para alcanzarlas. Todo esto con los elementos y complementos que forma a una persona y que vale la pena mencionar y no olvidar siempre en la renovación como lo son: la salud física y metal y relaciones socio-emocionales y espirituales.
La renovación y el cambio de vida o de algunos aspectos de ella está en nuestras manos, solo es de tomar el tiempo para hacerlo y como escribí al inicio... ¡hacerlo!; muchas veces el no tener en cuenta un tiempo para la renovación puede causar desgano y poca motivación para hacer lo que se hace en el trabajo, las relaciones de pareja, el hogar, el estudio y hasta inclusive las mismas aficiones o hobby.
Estamos iniciando la segunda parte de este año, y que mejor que iniciarla con personas renovadas, ¿usted se siente renovado?, si su respuesta es afirmativa creo que tiene mucho que aportar y dar en sus diferentes papeles y ámbitos; y si no; pues tómese el tiempo y cambie unos días de actividades...
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